Narváez-Orucuta HOY en BA/TyC-Am-Azt

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Por Nicolás Samuilov –

Ya está todo dado. La ansiedad crece. Cada uno busca lo suyo. Uno, agigantar su leyenda. El otro, comenzar a concretar un sueño. El gran campeón mundial argentino Omar “El Huracán” Narváez se enfrentará a una dura prueba cuando se mida al férreo mexicano Felipe “Gallito” Orucuta, intentando defender por séptima ocasión su título mundial supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en el combate estelar de una mega velada organizada por Fenix Entertainment Group que se desarrollará esta noche en el mítico estadio Luna Park, de Buenos Aires, que será televisada en vivo a través de TyC Sports y América TV a partir de las 22 para Argentina y toda América. Además, TV Azteca transmitirá en México.

En lo que se espera una noche histórica -coincidente con fecha patria-, Narváez (38-1-2, 20 KOs), que fuera récordman argentino al totalizar 16 defensas exitosas de su título mundial mosca OMB, expondrá por séptima ocasión su corona supermosca que conquistó en mayo de 2010, ante Orucuta (27-1, 23 KOs), actual N° 1 del ranking mundial OMB de la división. A pesar de sus 37 años, “El Huracán”, que es monarca ecuménico ininterrumpido desde julio de 2002, sigue demostrando su vigencia de cara a lo que será nada menos que su combate mundialista N° 26 (registra 23-1-1), frente a un peligroso “Gallito”, diez años menor, once centímetros más alto, y que a pesar de acceder a su primera oportunidad ecuménica, ha dejado en el camino a los más avezado de su país, y llega tras nueve victorias antes del límite consecutivas.

En la tarde del viernes, ambos superaron la ceremonia de pesaje llegada a cabo en un colmado Salón Lavalle del mismo Luna Park, dejando así todo listo para su duelo titular. Narváezregistró un peso de 52 kg. – 114.6 lbs.-.

En tanto Orucuta debió apelar a un segundo pesaje para marcar 52,050 kg. – 114.75 lbs.-, luego de que originariamente estuviera excedido en 800 gramos. Cabe remarcar que por este motivo, Orucuta se pesó luego de que la gran mayoría de fotógrafos se había retirado.

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“Ya terminamos el pesaje, así ahora solo resta descansar en tranquilidad. Estoy muy feliz de que ya llegó el momento y motivado para lo que significa otra pelea en el Luna Park. Encima con la clase de retador, aún más. Pero por más peligroso que sea, hice una gran preparación, tanto en lo físico, técnico y de fortaleza. Llego de gran manera, y muy fuerte. Sé de su calidad, pero con mi experiencia y la forma en que llego, voy a poder resolverlo. No tengo dudas”, indicó el campeón, quien estuvo acompañado por su promotor, Osvaldo Rivero, titular de OR Promotions, y promotor de la velada.

“Me costó dar un poco, pero sabía que era cuestión de tiempo. Fueron solo unos pocos gramos hasta que lo di. Me siento muy bien y contento de estar a tan poco de lo que tanto esperé. Se me presenta la gran oportunidad que soñé durante mucho tiempo. Sé que enfrento a un gran campeón como Narváez, uno de los mejores de estos tiempos de las categorías pequeñas, y que es muy difícil. Pero como dije antes, sé que lo puedo lograr. No será fácil pero me siento fuerte y me veo ganador, sea por una o la otra vía”, exclamó entre sonrisas el retador, quien es comandado por el   histórico entrenador y manager mexicano Ignacio “Nacho” Beristáin.

Narváez, quien viene de retener por sexta ocasión su faja supermosca OMB brindando una lección de boxeo sobre el puertorriqueño David Quijano, en un amplio fallo unánime, el 15 de diciembre en San Miguel de Tucumán, buscará defender por séptima vez la corona que conquistó el 15 de mayo de 2010 justamente en este mismo escenario, con una amplia decisión unánime sobre el nicaragüense Everth Briceño. Luego retuvo ante el mexicano Víctor Zaleta (DU 12), el portorriqueño César Seda (DU 12), el colombiano William Urina (DU 12), el mexicano José Cabrera (DU 12), y el mexicano Johnny García (KO 11). El único revés del nacido en Trelew hace 37 años data del 22 de octubre de 2011 cuando cayó en decisión unánime ante el filipino Nonito Donaire en el Madison Square Garden de Nueva York, Estados Unidos, en disputa de los cetros gallo OMB y del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), dando profundas diferencias de talla y peso. Además, el Palacio de los Deportes de Corrientes y Bouchard también es el estadio que lo vio consagrarse por primera vez, cuando el chubutense se alzó con el cetro mosca OMB al derrotar en forma unánime al nicaragüense Adonis Rivas allá por el lejano 13 de julio de 2002, donde fue el protagonista principal encargado de reabrir el Luna para el boxeo después de tantos años. Por eso, este hijo pródigo del escenario  emblemático del boxeo argentino y latinoamericano sigue haciendo historia. Y en lo que será su novena presentación en él, enfrentando a quien él mismo catalogó como su retador más complicado, está listo para brindar una nueva lección.

Pero no le será sencillo. El “Gallito”, lleva nueve victorias en fila, todas por nocaut, desde que cediera su invicto en una controvertida decisión ante el mexicano Daniel Rosas el 16 de diciembre de 2010. Entre otros, dio cuenta del argentino Julio “Chupete” Ler, sus compatriotas Jesús Vázquez, Roberto Castañeda y Julio César “Pingo” Miranda -ex campeón mundial mosca-, y el filipino Fernando Lumacad, a quien liquidó en menos de un asalto el pasado 26 de enero en Morelia, en lo que fue su última presentación. Por eso, el nacido en Atizapán de Zaragoza hace 27 años ya dejó en claro que sabe de desafíos. Con diez años menos, once centímetros de ventaja y toda la sed de gloria, llega al Luna listo para destronar al gran campeón argentino.

Las autoridades designadas por la OMB son: el árbitro será el estadounidense Samuel Viruet. Los jueces serán el puertorriqueño José Roberto Torres, y los estadounidenses Roark Young y William Lerch. El supervisor será el panameño Rolando Marcos Hermoso.

En un interesante combate de semifondo, el ex capitán de la selección argentina amateur, el invicto bonaerense Brian Castaño (3-0, 2 KOs), se enfrentará al ex campeón latino bonaerense radicado en Córdoba, César Vélez (12-3-1, 5 KOs), en un enfrentamiento enmarcado en la categoría superwelter y a la distancia de diez asaltos.  Castaño detuvo la balanza en 68,200 kg. En tanto Vélez marcó 66,750 kg.

Considerado la máxima promesa del boxeo argentino, Castaño deja impresionado a los fanáticos y especialistas con su depurada línea boxística, su estilo agresivo, velocidad y sucontundente pegada. Luego de dos presentaciones en el Luna Park, donde el nacido en Isidro Casanova hace 23 años dio cuenta del bonaerense Alejandro Domínguez, en cuatro rounds, y del cordobés José Paz, en cinco, doblegó al santafesino Pablo Roldán -que llegaba con 9-1-1- en forma unánime el pasado 26 de enero en Monte Hermoso, Buenos Aires. Tras ello, quien está en la mira de grandes promotoras a nivel mundial superó una prueba de fuego el 24 de marzo cuando sumó su segunda victoria en la Serie Mundial de Boxeo (WSB) organizada por la ex Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA, ahora AIB) -semiprofesional-, al quitarle el invicto al experimentado ucraniano Sergiy Derevyanchenko, doble campeón individual en la competencia, a pesar de dar ventaja de peso, en el cruce de ida por cuartos de final de la WSB en el que los Cóndores de Argentina contra Astana Arlans de Kazajstán.

Pero ahora tendrá enfrente el mayor duelo de su promisoria campaña al medirse a Vélez que lo cuadruplica en cantidad de peleas, y tras noquear al bonaerense Ezequiel Martínez, viene de dar la sorpresa al detener en tres capítulos al clasificado mundial panameño Azael Cosio, para alzarse con el cetro latino superwelter del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), el 3 de noviembre último en Colón, Entre Ríos.

Por otra parte, en el principal combate complementario, el campeón latino superligero OMB, el estilista e invicto chaqueño César “El Distinto” Cuenca (44-0-0-2 sd, 2 KOs), actual N° 5 del ranking mundial superligero de la OMB y N° 8 del WBC, se medirá al ex monarca latino rosarino Gustavo “El Terrible” Bermúdez (16-9-2, 6 KOs), intentando defender por primera ocasión su corona, dentro de su tercer reinado.  Cuenca registró 62,900 kg., mientras que Bermúdez acusó 62,100 kg.

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